Me han parado
delante del precipicio
para tomar un café
y hablar de la vida.
De las curas de los curas
de lo insoportable
que es el vicio
de las rimas.
Vamos a hablar
de lo que importa
en nuestras mentes
romper con lo adecuado
tirar la toalla al suelo
para versarnos
hasta sin intentarlo.
Hay que parar
las relaciones
de la mañana con la noche
de los coches
con las personas
de los amores
en singular
de tu pierna derecha
sin pensar
en cuando demonios
se va a frotar
con la izquierda
y crear la ficción suficiente
para desbancar
a la mejor película
de ciencia ficción de la historia
en la tierra.
Por favor.
Atentos.
Los comunistas a mi derecha
y los de ultraderecha a mi izquierda.
Vamos a debatir
los fusiles usados en la guerra.
Me pido la palabra para acabar
con todos los extremos
de nuestra maldita existencia.
En mi sueños
soñé que le ponía copyright
a tus labios para que sólo
pudieran besarme a mi.
sólo sueños
de un probable maniquí
sin esperanzas
que espera el ser desnudado
para algo más
que cambiarle de ropa.
Me dicen que ando perdido
que tengo la cabeza en otro lado.
Lo siento, la he tenido
entre sus piernas
todos estos años.
Prometemos ser infieles
por naturaleza.
Así que reza
al dios
que está en todas partes
excepto en nuestras cabezas
de pecadores inmorales
al leer un libro
que no sea la biblia.
Reza la destreza
de las miradas perdidas
de un tal Leiva
y lleva contigo
positivismo para sumarle
a las calorías que vamos
a perder hoy..
Reza si quieres
por lo que te venga en gana,
por tu tierra,
por tu familia,
por sus piernas,
por sus esquinas.
Sólo creo que se puede rezar
bien de una maldita vez
cambiando la “r”
por la “b”,
La “z”
por la “s”
y tu dios
por su piel.