jueves, 25 de septiembre de 2014

Sabor a moras

Puedo certificar
y certifico
que soy feliz
porque quiero,
y aún así
no estaré triste
por estar completamente
muerto.

Viva la brujería
de tus labios
y viva ese
maldito sabor a moras
de tu pintalabios.

Que viva
cualquier momento
de ésta noche
en la que nos
miremos mutuamente,
no por casualidad,
sino porque queremos.

Felicita
al tiempo
porque es el único
que seguro
se va a quedar contigo
para siempre.

Qué suerte
tienen algunos
de haberte conocido.

Qué suerte,
haberte conocido
sin quererlo
habiendo querido.

Para acabar
no me olvido
de que ser feliz
es tan fácil
como ser feliz contigo.

martes, 9 de septiembre de 2014

La manera más fácil de explicar lo que existe entre mi respiración y tu manía de dejarme sin aire.

Dónde único encuentro
a la chica de mis sueños,
es en mis pesadillas
y ahí hace más frío
que en tu mirada
cuando está atrapada
entre mi boca y la pared.

Asesino de poetas

Me he dado la vuelta
y me siento como una pluma
rápida y resistente,
lo suficiente
como para mirarte a los ojos y...
bueno déjalo,
mejor déjalo,
nunca consigo detenerme.
Ruido.
Amor.
Dolor.
Esperanza color muerte
Ardor de sentimientos
en la cazuela del alma,
y tu espalda como
mi tablero de ajedrez
y tus manos como
las piezas del puzzle
de mi vida, el cuál,
me ha costado 25 años
acabarlo,
y eso que sólo tengo 19,
19 segundos para sobrevivirme
y atraparte
al amor entre comillas,
al amor entre tus piernas.

Fortuna,
la del hombre del espejo
el cuál me ha mirado,
me odia, lo sé y aún así lo reto
y eso que él sólo
me quiere a su lado
para decir:
"Yo lo he matado,
yo soy una asesino de poetas,
yo soy un asesino mental".
¿Y sabéis qué?
Demencial perdedor
desnúdate y corre,
corre libre
en un mundo sin libertad
dónde las personas están disfrazadas
en forma de dinero
y los "Te quiero" en forma
de correo electrónico.

Te oh, dios
es lo que le digo a las monjas
cuando me levantan el alma
para que me las folle.
Putas
y putos
asnos y burros
cuando me aburro
de la poesía de los ricos,
porque yo lo que quiero es
poesía real, poesía de la calle.
De ti
para mi
y de mi
para nadie,
porque todo esto empezó
el día que quedé conmigo mismo,
y llegué tarde.