Las ramas de mis árboles
se quejan de que no son felices.
Yo les digo que miren a sus flores,
que están floreciendo.
En realidad solo son raíces.
No sé si las sombras
me advierten
o me persiguen.
No sé si la luz
me acaricia los ojos
o me advierte del peligro.
Lo que sé
es que voy detrás de todo
lo que existe.
Lo que no sé
es que demonios pasa
cuando me olvido
de a quien escribo.
El final del camino
que nadie perseguía,
nos poseía
te lo aseguro.
Como caminos abruptos
sin saber por donde pisar
ni rodear,
solo mirar,
y no te olvides que dormir
no, si tu no estás.
Llamadas falsas de auxilio,
el lobo se acerca
escondo mi piel
el hielo la inunda
se eriza y nos descubre.
Ha sido tu culpa por ponerme cachondo.
Ha sido la bruja
por romper el hechizo
y meterla
hasta el fondo.